Llámalo “escasez de chips con esteroides”.
Así es como un experto le dijo a CNN que la industria automotriz describe una posible escasez de tierras raras, minerales que ahora son el centro de la guerra comercial mundial. La escasez de estos minerales podría recordar la escasez de chips durante la pandemia que disparó los precios de los autos, usados y nuevos, en todo Estados Unidos.
China tiene prácticamente el monopolio de esos 17 elementos metálicos, que son componentes esenciales de productos de uso cotidiano, desde automóviles hasta motores a reacción y aparatos electrónicos como teléfonos inteligentes y televisores de pantalla plana. Incluso son cruciales para el contraste utilizado en las máquinas de resonancia magnética y algunos medicamentos contra el cáncer.
Y, recientemente, China ha dificultado aún más su obtención: en abril, el país introdujo un nuevo requisito de licencia para la exportación de estos elementos, lo que ralentizó el flujo de envíos a la mayor parte del mundo, incluido Estados Unidos.
Delegaciones de EE.UU. y China se reúnen esta semana en Londres para hablar de un nuevo acuerdo comercial, y es casi seguro que las tierras raras sean una parte importante de esas conversaciones. El segundo día de conversaciones comerciales comenzó este martes, según informó un portavoz del Tesoro estadounidense a CNN. Los funcionarios se reúnen en la ornamentada Lancaster House, cerca del Palacio de Buckingham.
Según Gracelin Baskaran, director del Programa de Seguridad de Minerales Críticos del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, en la actualidad las empresas estadounidenses solo disponen de suministros para dos o tres meses. Después de eso, “la industria simplemente no podría fabricar” a menos que se alcance un acuerdo entre Estados Unidos y China, dijo a CNN.
El presidente Donald Trump dijo a periodistas el viernes que el presidente de China, Xi Jinping, había acordado permitir que comenzaran las exportaciones de productos de minerales de tierras raras.
Pero incluso esa promesa podría no ser suficiente para los fabricantes estadounidenses si un nuevo acuerdo solo levanta las restricciones temporalmente, dijo Baskaran.
“A la industria le resulta muy difícil tener una idea fiable de cómo van a ser los próximos tres meses, seis meses o un año”, afirma.
Tampoco es posible que las exportaciones fluyan lo suficientemente rápido en comparación con los niveles del pasado.
“Ten en cuenta que antes de la llamada (Trump-Xi) estaban empezando a salir, pero no al ritmo que permite que las cadenas de suministro continúen sin interrupciones”, agregó.
Las empresas estadounidenses podrían quemar pronto las existencias almacenadas, según Baskaran.
Un experto de la industria automovilística, que pidió no ser identificado porque no está autorizado a hablar públicamente, dijo a CNN que cada vez es más evidente que la industria automovilística se está preparando para paradas generalizadas en los próximos meses debido a la escasez de tierras raras.
Es algo que el experto ha oído describir a gente del sector como “la escasez de chips con esteroides”.
Hace cuatro años, la escasez de chips de ordenador paralizó la producción de automóviles, lo que disparó los precios. La oferta limitada llevó a la mayoría de la gente a pagar por encima del precio oficial por los coches nuevos.
“La gente cree que solo afecta a los vehículos eléctricos, pero no es así”, explica el experto a CNN. “Está en todos los coches. Está en los motores de los limpiaparabrisas. Un proveedor con el que hablé me dijo que hay sensores en los cinturones de seguridad. Creo que va a haber interrupciones de la producción en todas partes. China nos tiene en jaque”.
Según Baskaran, Ford ya tuvo que paralizar la producción en la planta de Chicago que fabrica el Explorer durante una semana. Ford no quiso confirmar ni desmentir que el paro se debiera a la escasez de tierras raras.
Reuters, citando fuentes conocedoras de la situación, informó que a los proveedores de los principales fabricantes de automóviles estadounidenses -entre ellos General Motors, Ford y Stellantis, fabricante de Jeep- se les concedieron licencias temporales de exportación de tierras raras, pero solo por un período de hasta seis meses. Las empresas no quisieron hacer comentarios sobre sus suministros de estos minerales.
Necesidad de un acuerdo
Dado que las tierras raras son tan esenciales para importantes industrias estadounidenses, se está intentando encontrar sustitutos, como otros tipos de motores eléctricos que no utilicen imanes, explica Roderick Eggert, profesor de la Colorado School of Mines y subdirector del Critical Materials Innovation Hub, un consorcio de investigación creado por el Departamento de Energía.
Pero Eggert afirma que todas esas alternativas presentan deficiencias.
“Estos sustitutos tienen un coste en términos de rendimiento”, afirma. “Los diseños de motores que no utilizan imanes suelen ser menos eficientes”.
Dijo que la única esperanza para evitar interrupciones significativas es que China y EE.UU. lleguen a un acuerdo que restablezca el flujo normal de tierras raras.
“A los chinos les interesa seguir siendo una fuente estable y fiable de imanes y otros productos de tierras raras”, afirmó Eggert. “Por desgracia, lo que ha ocurrido es que las tierras raras se han visto atrapadas en tensiones mucho mayores asociadas a las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China”.
El nombre de tierras raras es un poco inapropiado. Estos materiales se encuentran en toda la corteza terrestre, pero son difíciles y costosos de extraer y procesar. China posee el único equipo necesario para procesar algunos de los diversos elementos y actualmente controla el 92% de la producción mundial en la fase de procesamiento.
Otros países, incluido Estados Unidos, se apresuran a crear sus propias capacidades de procesamiento. Pero eso llevará meses, si no años. Baskaran dijo que se debería haber hecho más para prepararse para este escenario con antelación.
“Por supuesto, deberíamos haberlo visto venir”, afirmó. “Deberíamos haber empezado con esto hace 15 años”.